martes, 21 de abril de 2009

Y ahora la pregunta es:Quién soy?


¿Soy el ego? Aquel a quién encierro con mi nombre está llorando en este calabozo.
Siempre estoy ocupado construyendo este muro a mi alrededor; y a medida que se levanta cada día más y más hacia el cielo, pierdo de vista mi verdadero ser bajo su oscura sombra.
Me enorgullezco de este gran muro, y lo cubro con polvo y arena por temor a que quede un agujero en él, y que a pesar de toda la atención que le brindo, pierda de vista mi verdadero ser.
Emprendí solo mi camino hacia mi cita, pero ¿quién es este que me sigue en el oscuro silencio?;me aparto para evitar su presencia pero no puedo evadirlo. El hace que el polvo se levante de la tierra con su fanfarronería agrega su estertórea voz a cada palabra que pronuncio. El es mi propio pequeño yo mi Señor no conoce la ignominia pero me avergüenzo de llegar a tu puerta en su compañía.

Entonces ¿Quién soy?.

A un maestro le preguntaron ¿quién era él?, y respondió: Si tratan de clasificarme y limitarme con sus rótulos, uds mismos se agotarán; se agotarán de uds mismos. Si me encierran en una caja de palabras frías, esa caja será su tumba porque yo no sé quien soy. Me encuentro en una asombrosa y lúcida confusión. Pero voy a tranquilizarlos con una simple repuesta: Soy su propia voz que hace eco en las paredes de Dios.








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